Estas últimas semanas nos ha tocado recorrer
varias veces la Población Cerro Colorado,
quizás sea por mis propios recuerdos de infancia y adolescencia, que me queda una sensación un tanto melancólico. Observo en sus calles y pasajes cierta soledad
y nostalgia, o tal vez sea que los vecinos y pobladores viven con algo de
tristeza en sus corazones, atrás quedaron esos tiempos donde habían mucho
movimientos de fiestas comerciales, los Trashers de Paula con Balmaceda, los
Artesas de Talca con Angol, los fiesteros del pasaje Rancagua o los Chicos
Buenos de Paula con Aconcagua.
Se observa también, un enorme distanciamiento
entre los jóvenes y los adultos. Y es que estos últimos vivimos aprisionados
por un sistema cruel, donde sentimos que la vida nos atrapa y no nos sentimos
satisfechos ni realizados, los jóvenes por otra parte, con su natural rebeldía
nos observan con rabia y se niegan a terminar como estos modelos de adultos, es
por ello que se revelan contra el sistema,
se rebelan contra los gobiernos de turno y contra las instituciones que han
destruido su familia y lo peor es que los adultos no se percatan del daño, ni
del alejamiento con sus propios hijos.
En algunos casos, los jóvenes emprenden un
peligroso viaje, justamente para alejarse del individualismo de los padres y de
ese encierro mental y social, el consumo de sustancias ha cobrado muchas
victimas dentro de la Población y no son pocos los jóvenes que se pierden en
este rumbo, comienzan como jóvenes rebeldes y terminan siendo adultos perdidos,
sin vuelta en lo social y sin vida, estoy hablando de gente como el David (de
la Alborada), quien como todos saben ha intentado muchas veces quitarse la
vida, tirándose a los vehículos, sin embargo, vuelve a aparecer, tal cual como
sucede en las películas de zombies.
Se observa también una desconección parcial de
los movimientos sociales, ni tampoco se ve preocupación por los destino de la
población. En las Asambleas de la Junta
de Vecinos fuimos testigos de acalorados debates, de apasionadas defensas de ideologías y
organizaciones, esto también es fácil de observarlo en Facebook.
Pero lo que no se ve es a los vecinos, tenemos muchas
organizaciones, movimientos y partidos políticos, que representan al pueblo,
sin embargo, el vecino no está presente, ese ciudadano común y corriente, el trabajador
preocupado de su gente y de su espacio.
Sería interesante saber que ocurriría con estas
organizaciones cuando los vecinos se manifiesten, o cómo las organizaciones
convencerán a los pobladores de que camino deben seguir.
Sería interesante saber también ¿quiénes son
nuestros vecinos? ¿Cuántos somos en la Población?, ¿habrá más mujeres que
hombres?, ¿cuántas personas tienen acceso a un computador?, ¿le interesará el
tema de la recuperación de terrenos?, ¿qué faltará para que se integre y
participe de las Asambleas?, ¿por se ha alejado?
Son muchas las interrogantes, es por eso que la
Junta de Vecinos de la Cerro Colorado junto a un equipo asesor prepara un
Censo, con el fin de acercar las posiciones y hacer contacto entre la Directiva y la hasta ahora, mayoría
silenciosa.
Este evento, único en la Población, nos servirá
para por fin dar la pelea grande, la madre de todas las batallas, que es la
recuperación total de los terrenos.
Por cierto que la Revista El Radar Cerro Colorado estará informando de todos los por
menores de este evento y de todo lo que sucede en la población.
Por que somos orgullosos de la Cerro Colorado.
El Editor
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